
Personal médico, de enfermería, paramédico y administrativo efectuó el lunes pasado una multitudinaria manifestación en las calles de Toluca. Ocasionó serios problemas de tránsito, pero vistas sus demandas con objetividad, trascienden lo meramente laboral e involucran aspectos fundamentales de la atención a los mexiquenses menos favorecidos por el crecimiento económico estatal.
Reconocieron las deficiencias en los servicios que prestan, pero las atribuyen al abasto insuficiente de medicamentos y materiales de curación, de personal y de bajas remuneraciones. El actual gobierno encontró sólo el 25 por ciento de las medicinas necesarias, y no ha podido alcanzar el ciento por ciento.
Además, comete el error de encubrir la corrupción del anterior y no exigirle rendición de cuentas, por lo que carga con culpas ajenas. La anterior administración llegó al extremo de apoderarse del dinero descontado a los servidores públicos para cubrir créditos diversos y no los entregó a los acreedores, por lo que miles terminaron en el buró de crédito, como incumplidos, morosos, y quedaron obligados a pagar intereses moratorios.