*En Naucalpan fueron asesinados jóvenes. *Otros 5, muertos en Chicoloapan.
Sin conocerse el verdadero móvil hasta el cierre de esta edición de “El Espectador”, al menos cinco jóvenes, incluyendo una adolescente, fueron asesinados por otros jóvenes en un centro de fiesta en una colonia del municipio de Naucalpan, la noche del viernes 5 de este mes.
Menos de 30 horas después cinco más fueron ejecutados en un tianguis de Chicoloapan, para sumar diez muertes violentas intencionales en el territorio estatal en tan corto tiempo. Y en ninguno de los hechos se detuvo a los culpables.
La primera agresión a tiros ocurrió la noche del viernes 5, en la colonia Benito Juárez, considerada de alta inseguridad pública y elevada incidencia delictiva de Naucalpan, con presencia de células de vendedores de drogas al menudeo.
Las primeras investigaciones indican que los matones estaban en el interior del centro social “Gaudi”, en un festival de reggeaton, donde tuvieron dificultades con otras personas, aunque no se sabe por qué. Salieron del lugar, y regresaron armados, a matar.
Los cuerpos de dos víctimas quedaron en la calle frente al lugar de diversión, mientras tres fallecieron cuando se encontraban internados en hospitales de la zona metropolitana del Valle de México, según informaron las autoridades.
Los asesinados y heridos eran jóvenes de entre los 16 y los 23 años de edad; es decir, en la edad de estudiar o trabajar. También los asesinos eran muchachos de esa misma edad, según cálculos de testigos que declararon ante las autoridades.
Al siguiente domingo, también un grupo de sicarios jóvenes ejecutó a jóvenes tianguistas en Chicoloapan. Presumiblemente el móvil fue por la negativa de las víctimas a pagar derecho de piso.
Es decir, continúa en suelo mexiquense el derramamiento de sangre de jóvenes, por parte de otros igualmente jóvenes, en un escenario de alta violencia criminal que afecta al Estado desde hace al menos siete años.
