*Jubilados y afiliados al ISSEMYM aseveran que perdieron el miedo a reclamar.
Mientras frente a Palacio de Gobierno miles de empleados del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) mantenían un platón para exigir solución a numerosos problemas, en el Salón “Benito Juárez” del Palacio Legislativo jubilados y trabajadores activos afiliados al ISSEMYM demandaban la abrogación de la reforma que privatizó el sistema pensionario.
En un foro organizado por diputados locales de MORENA, los participantes públicamente señalaron que el primero de julio contribuyeron al triunfo del candidato presidencial de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, porque perdieron el miedo.
Los oradores demostraron su envalentonamiento al identificarse con nombres y apellidos y ubicación de sus plazas o cargos directivos delegacionales (no los mencionamos para evitarles problemas) y denunciar el saqueo de que ha sido víctima el ISSEMYM, lo cual explica sus actuales problemas.
En esa línea de exigencia y denuncias contra las autoridades, a la misma hora del foro frente a Palacio de Gobierno más de cinco mil médicos, enfermeras, paramédicos y personal administrativo sostenían un “plantón”, para reclamar solución a problemas laborales y fin a injusticia originadas desde hace años, agravadas en el anterior sexenio.
Llamó mucho la atención que el personal de ISEM expresara abiertamente los problemas prevalecientes en el organismo, como el insuficiente abasto de medicinas, materiales de curación y personal.
Explicaron que por estas limitaciones no pueden dar un servicio de calidad a los pacientes, como es su deseo y vocación pero también para presionar por idóneas condiciones de trabajo para servir mejor a la población de más bajos ingresos.
No sólo reclamaron mejorar sus condiciones de trabajo y aumento de sus ingresos, sino también acciones de gobierno para darle mantenimiento, conservación y rehabilitación de la infraestructura para la atención médica.
Los empleados del ISEM coincidieron con los participantes del foro sobre los problemas del ISSEMYM, en el sentido de que las condiciones anímicas cambiaron favorablemente a partir del primero de julio, con el triunfo de López Obrador y su compromiso de elevar la calidad de los servicios médicos.
Los trabajadores del Instituto de Salud se atrevieron a denunciar la corrupción del anterior gobierno estatal y el desvío de pagos de créditos, descontados a los servidores públicos, pero no entregado a los acreedores, por lo cual cayeron en el buró de crédito como incumplidos.
Los grupos marginados mexiquenses y los estamentos organizados en sindicatos de comportamiento oficialista, ahora están envalentonados y se sienten victoriosos por haber aportado sufragios para el triunfo contundente del tabasqueño, con más de 30 millones de votos.
