1-Después de tratar de ocultar el origen del problema presentado en la reparación de la tubería del Sistema Cutzamala, la CONAGUA se vio obligada a revelar que se trató de un tubo de dimensión gigante, que no cumplió las especificaciones.
Inicialmente habló de un “desplazamiento” del material, pero nadie entendió qué significaba eso. Al final informó que la falla en la reparación consintió en que el pesado tubo (una ka invertida, dijeron) no embonó con la vieja tubería. Fue un error grave no haber medido bien el diámetro de la pieza, lo cual dejó a 8 millones de mexiquenses y capitalinos sin agua al menos cuatro días más de lo programado.
Tampoco se informó de funcionarios, contratistas o alguien sancionado por las afectaciones económicas a los millones de hogares y negocios en la capital del país y su zona de influencia mexiquense.
Los trabajos de reparación costaron 500 millones de pesos, o al menos esa suma pagaría la CONAGUA originalmente, habrá qué ver cuanto costó la obra finalmente, así como se las gastan.
2-El problema del corte del abasto a ZMVM terminará en unos días, pero no la vulnerabilidad de esa región por la insuficiencia de agua potable. Llama la atención la despreocupación de las autoridades federales, de la Ciudad de México y del Estado ante el problema. No hay ninguna reflexión sobre el tema. Lo grave no fue el mantenimiento al Sistema Cutzamala.
