1-El presidente Enrique Peña Nieto le heredará a Andrés Manuel López Obrador un país convertido en zona de desastre. Como desde hace tiempo lo comentábamos, el pago de intereses de la crecida deuda pública: 10.2 billones de pesos, de los cuales el sexenio peñista contrató cerca de 5 billones, reducirá mucho los márgenes de maniobras presupuestales, pues el próximo año exigirá 725 mil millones de pesos. La mala gestión del político mexiquense al frente de los destinos del país se expresó hasta en organismos como el Centro Nacional de para la Prevención y Control del VIH incurrió en graves irregularidades, según información de la Auditoría Superior de la Federación.

2-El presidente de la comisión de Presupuesto en el congreso federal adelantó se destinaría a programas sociales alrededor de un billón de pesos del próximo presupuesto federal, el cual ascendería a 5.7 billones, en números redondos. Esta cantidad significaría el 17.5% del total de los recursos presupuestados, los cuales reflejan un aumento de 407 mil millones de pesos respecto al ejercicio de este año; sin embargo, no especifica de dónde se obtendrían, tomando en cuenta que ya se anunció que no habrán aumentos de impuestos y, por el contrario, se bajarían IVA e ISR en los estados fronterizos.
3-Los grandes intereses económicos involucrados en el NAIM en Texcoco. No sólo eran las instalaciones aeroportuarias, sino el negocio inmobiliario de cientos de miles de millones de pesos. Líderes regionales del propio PRI revelaron a “Jornal 20:30” que personajes vinculados al poder público, que dispusieron de información privilegiada antes de anunciarse el megaproyecto, acapararon toda las tierras disponibles en un radio de 25 kilómetros del NAIM, para construir colonias para familias de altos ingresos e ingresos medios. Esos negocios se perdieron. Las tierras valen menos que el 28 de octubre.