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“Vulnerables”, 22 Millones de Habitantes en la ZMVM en Materia de Agua Potable

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*La disponibilidad del líquido de la Cuenca es insuficiente y se desperdicia.

Otra vez el corte del abasto de agua evidenció la vulnerabilidad de la ZMVM

El abasto de agua del Sistema Cutzamala a 13 de los 15 municipios más poblados del Estado y a 13 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México se  reanudó ya, pero sus efectos siguen presentes, pues todavía el suministro no se normaliza en las colonias afectadas más alejadas de los tanques de almacenamiento, o con menor presión en tuberías.

Los trabajos de conservación y sustitución de tuberías en el poniente mexiquense exigieron cortar totalmente el envío de agua a la zona más poblada del Continente, pero el problema lo resienten todavía millones de personas.

Las autoridades de la capital del país anticiparon esta situación, y explicaron la causa: las tuberías de conducción quedaron vacías y llenarse de nuevo requiere tiempo, por lo cual el agua no llega los hogares tan pronto se reanuda el envío. La población fue enterada de estos efectos negativos de manera oportuna.

En cambio, los gobiernos estatal y de los municipios mexiquenses afectados por el corte no informaron con oportunidad ni eficacia sobre el problema en los días previos a presentarse. Los habitantes de la región se enteraron de los detalles de lo que vendría por declaraciones de las autoridades capitalinas.

Desde el miércoles de la semana pasada la población de la megalópolis padeció por la interrupción parcial del abasto, pues los caudales aportados por el Sistema Cutzamala representan ente el 25 y el 30 por ciento de la disponibilidad total en los hogares, y en algunas alcaldías de la Ciudad de México la dependencia es mayor aún.

La situación ha puesto de manifiesto una vez más la alta vulnerabilidad de la megalópolis en materia de agua potable. Sus reservas registran un déficit entre las recargas y los volúmenes extraídos. Por ello hay trasvase de otras cuencas. Y ni así alcanza para satisfacer la sed.

La sobreexplotación de las aguas subterráneas del Valle (en realidad es una cuenca) de México, del Sistema Cutzamala y de la Cuenca del Alto Lerma no es suficiente para atender las necesidades de la población asentada en la región.

La fragilidad tiene como origen varios factores combinados: el crecimiento desmesurado de la población de la ZMVM, el uso irracional del recurso por parte de las familias, las numerosas fugas en las redes de distribución y la sobreexplotación de los mantos freáticos.

Las autoridades de la Ciudad de México calculan que la pérdida de agua potable por fugas equivale a los volúmenes totales que la ZMVM recibe del Sistema Cutzamala, que aprovecha aguas superficiales; y las de Lerma, donde se explotan aguas subterráneas.

Es decir, todo el costo para llevar agua de las cuencas del Río Lerma y de la del Río Balsas se pierde por las fugas, y no se conoce ningún megaproyecto para reparar o sustituir la dañada tubería de conducción.

Esta mezcla de factores, más la sobreexplotación del agua del subsuelo en la Cuenca del Valle de México colocan a más de 22 millones de habitantes de la megalópolis en una alta vulnerabilidad en materia de abasto de agua, como se demostró estos días de interrupción del suministro.

En Ciudad del Cabo, Sudáfrica, tras una sequía comenzada en 2015, las autoridades fijaron el llamado “Día Cero”, fecha crítica en la cual podría cerrarse el suministro del líquido a la urbe, convirtiéndola en la primera ciudad de importancia en el mundo en quedarse sin agua. Allá las autoridades calcularon la fecha de acuerdo a cálculos sobre el consumo y la velocidad de recarga de sus fuentes de abasto, y la población respondió haciendo un uso eficiente del recurso, y al final se evitó la medida. Aquí, organizaciones civiles y expertos han advertido el previsible agotamiento del agua suministrada a la megalópolis; sin embargo, las autoridades no han realizado estudios al respecto, o no los han dado a conocer a la población, ni han advertido de un plazo crítico para evitar un “Día Cero”. Como la gente desconoce esta información, tampoco hace conciencia ni presiona a las autoridades para prevenir el problema, agravando la situación.

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