1-Si el PRI hubiera mantenido la mayoría en la Legislatura del Estado de México, ni siquiera se hubieran conocido las graves irregularidades en el ejercicio del gasto público del año pasado, los desvíos la falta de justificación de la aplicación miles de millones de pesos, ni que no se resarcen los daños patrimoniales. Los dictámenes de las cuentas públicas estatal y municipales se hubieran aprobado por mayoría.
Esa mayoría legislativa de Morena reportó utilidad ahora en la fiscalización del gasto público, lo cual no es un avance menor.
No es extraño que el PAN y el PRD se hayan abstenido en la votación en el pleno de la Cámara de este asunto, a pesar de que habían recomendado devolver los dictámenes a comisiones, lo que sorprende es el comportamiento de la bancada del PT, cuya numerosa bancada lo es por MORENA y López Obrador, pues en la elección de gobernador no alcanzó ni el uno por ciento de la votación. Había sido crítica de la revisión, incluso sostuvo la válida tesis de que en el Estado de México se ha hecho una fiscalización “a modo” y que siempre se cuadraban las cuentas. Pero al final no votó por el rechazo a los dictámenes.
2-Las autoridades competentes del Estado de México deben intervenir con urgencia y verificar las versiones de que muchos alcaldes se están deshaciéndose de bienes inmuebles de los ayuntamientos y rematándolos casi regalados, como ocurre con vehículos y sistemas de cómputos nuevos, que venden como chatarras a amigos.