1-Con demasiada demora el PRD suprimió sus corrientes”, conocidas como “tribus”, que convirtieron a ese partido en botín disputado con enjundia por el reparto de prerrogativas, cargos directivos, candidaturas a cargos de elección popular -particularmente plurinominales y específicamente los primeros lugares de las listas-, puestos en sus gobiernos y la interlocución con los gobiernos del PRI y el PAN.
Habrá que esperar para ver si efectivamente los grupos dejan de existir y si, en caso de ser así, renuncian a ver al partido minoritario como un botín de las cúpulas directivas, sus familiares y amigos.
2-Es clara la existencia en Tijuana, Baja California de grupos trumpistas, xenófobos, racistas y discriminadores y antiinmigrantes, pero sería injusto que se atribuyeran esas condiciones a todos los habitantes de la ciudad, donde viven aproximadamente un millón de personas. Las manifestaciones de los trumpistas, la mayoría ni siquiera oriundos del lugar, no llegan a quinientos habitantes, aunque sus actos intolerantes tienen mucha difusión.