
Las bandas dedicadas al robo de gasolina de los ductos de Petróleos Mexicanos están logrando apoyo social en comunidades, de lo cual es ejemplo el caso de Cuautlancingo. Municipio de Otumba, en donde policías fueron agredidos por la población, al intentar llevarse un vehículo cargado de combustible presumiblemente robado.
Fue necesaria la presencia de un mayor número de uniformados para controlarla la situación y poder llevarse la camioneta cargada de gasolina, pero no evitaron que la multitud defensora de la actividad huachicolera dañara una patrulla.
Otro ejemplo de ese apoyo de la comunidad para los delincuentes que roban combustible lo constituye el hecho de que no son detenidos cuando llega la policía a buscarlos. Encuentran camionetas, pipas o camiones de carga con gasolina robada, pero no a los autores, como ocurrió en Ixtlahuaca. Encontraron un vehículo con casi 21 mil litros del hidrocarburo, pero ni rastro de los huachicoleros.