*Los bancos no huyen del país porque el dinero que manejan no es suyo, es de los ahorradores.

El capital financiero nacional e internacional está conspirando contra la estabilidad del país, porque exige no se alteren las condiciones que le permiten obtener grandes ganancias y colocarse por encima de las instituciones nacionales, comenzando por el próximo presidente de la República, según el economista Edmundo Suárez.
La vertiente específica del capital que invierte en la Bolsa Mexicana de Valores está en condiciones de dañar al conjunto de la economía, porque México no tiene protección, como lo tienen otras naciones, las cuales fijan determinado plazo -de hasta dos años- para que los inversionistas anuncien el retiro de sus capitales. Aquí lo pueden hacer sin avisarle al gobierno, y eso representa un alto riesgo.
Las condiciones de la versión banquera del capital financiero, según Edmundo Suárez, son diferente a su modalidad “bolsera”, pues ésta es dueña del capital, aunque sea virtual, porque no tiene dinero en efectivo, sino sólo papeles. Los bancos, en cambio, no tienen dinero propio: manejan el ahorro nacional, incluyendo los fondos públicos federales, estatales y municipales, que tienen por obligación legal de manejar todos sus pagos e ingresos por el sistema bancario.
En estas condiciones, no pueden sacar capitales del país, porque no tienen dinero propio. Pueden, sí, sacar todas sus grandes utilidades obtenidas aquí y remitirlas a sus matrices, como lo hacen siempre. Algunos grandes ahorradores pueden llevarse su dinero, también como lo hacen siempre, pero los bancos como tales no pueden llevarse lo que no es suyo.