No sorprendió la derrota de Chivas en el mundial de clubes. Se esperaba y más bien hubiera sorprendido un triunfo del popular equipo mexicano. No tiene varios buenos jugadores y además desde hace tiempo perdieron enjundia en las canchas. Por eso no calificó a la liguilla.
Ahora esperará el martes para ver si logra un buen resultado y medio se lava la cara del fracaso que representó haber perdido la oportunidad de llegar a la final.
Si no fue capaz de lograr siquiera el 50 por ciento de los puntos disputados en el campeonato doméstico, menos iba a ser capaz de vencer a conjuntos considerados los mejores de sus regiones, no sólo de sus países.