¿Y el Día de Mañana Qué?… Jairo A. Tell

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¿Y EL DIA DE MAÑANA QUE ?… Otra nueva realidad.

Jairo A. Tell

Muy sereno en casa, procurando no dejarme abrumar por la andanada brutal e inmisericorde de spots y de propaganda disfrazada de información, traté de aquilatar lo que ocurre cotidianamente en todos los renglones y espacios de comunicación. La profusa e inútil spotiza a que hemos estado sometidos. El revuelo impúdico e imprudente de los opinologos rabiosos, ignorantes e irresponsables inundando las redes sociales y los espacios tradicionales de prensa, radio y televisión; no obstante, encontré el tiempo y la tranquilidad necesaria para poder reflexionar y pensar. Como todos estamos en estos días con necesidad de ocupar el inédito tiempo ocioso y de encierro, mal no viene hacer una introspección y tomar con filosofía la situación para evitar caer en los efectos alucinógenos de la paranoia extrema. Cambiar de canal ante la sospecha de que viene una tanda de comerciales políticos, de poca o nula propuesta y de mucha mala leche. Porque en realidad es de pena ajena la forma en que se llevan a cabo las campañas electorales en todo México. Este proceso electoral en particular se ha convertido en un lodazal al que nadie escapa. Sin duda, la difícil situación económica por la que atraviesa el país, la emergencia sanitaria, y la violencia e inseguridad que enfrenta el grueso de la población, han hecho estragos en las campañas. Los aspirantes a las gubernaturas, diputaciones o alcaldías enfrentan graves problemas de credibilidad, y los señalamientos de corrupción en su contra son el pan nuestro de cada día. Por otra parte, los candidatos ya tenían bien armadas sus campañas, pero la eventualidad les ha hecho recular y volver al pasado. Durante este trayecto político se muestran incapaces de hacer propuestas viables y claras. Nuevamente son capaces de construir puentes y ríos, si fuera el caso, al fin que el prometer no empobrece. Para tener asegurado el voto ciudadano, han recurrido a la emisión de tarjetas (cartones de propaganda) con la promesa de depositar dinero, si es que su candidato triunfa; Sin embargo, y en honor a la verdad, sus acostumbrados mítines carecen de originalidad, son poco creativos y sus acciones son arcaicas y hasta ridículas. Pero aún hay más, como diría el clásico… No obstante que los “suspirantes” están bajo el escrutinio público, no es raro ver durante el periodo de proselitismo, el acarreo, el mapachismo y el soborno a la autoridad electoral con tal de conseguir el “hueso”, perdón, el objetivo”. Ahí están las “filtraciones” hechas a los medios convencionales sobre todo a los llamados “Chayoteros”. Cierto es que la lamentable situación que vive el país modifico de sopetón nuestra vida cotidiana; pero también es lamentable lo que ocurre en el país debido en gran medida a la efervescencia política sobre todo en lo que se refiere a la seguridad y a la paz social, que se ha visto alterada de manera alarmante, y en algunos casos, (los menos gracias a dios), han rayado en la anarquía por el descuido de nuestros gobernantes que parecen más interesados en sus aspiraciones políticas, que en resolver las problemáticas que enfrenta el Municipio o el Estado. Lamentable también que los candidatos se dediquen a denostar a los otros en vez de emitir propuestas viables y creíbles para sus posibles electores. Que utilicen toda clase de artimañas para tratar de conseguir el voto del electorado, y digo lamentable porque parece que las ideas se han agotado y ahora solo queda el recurso de regresar a antiguas prácticas como la guerra sucia, el fuego amigo, la calumnia y la extorsión, donde el que el ofrezca más, y el que enlode más será el vencedor. Esto que expreso, con las reservas del caso, porque el electorado ya no se chupa el dedo ni se traga el cuento de la filantropía, sencillez y bondad de los políticos. Las distintas expresiones políticas hacen uso y rehúso de artimañas que no escapan a la percepción de la ciudadanía. Aun cuando los “Candidotes” traten de darse baños de pureza y traten por todos los medios de disfrazar sus burdas maniobras, en estos tiempos, gracias a la tecnología quedan al descubierto sus negras intenciones. En este panorama; rabiosas y en extremo ridículas son las vociferaciones de los opinólogos de la ultraderecha, que cada vez de manera más abierta, evocan la figura del “fantasma del comunismo” como en aquel tiempo hicieron con “el populismo” para simular y preparar su sueño guajiro de Golpe de Estado. Quieren manipular a la opinión pública y adherir a los posibles despistados y despistadas a sus planes oscuros y sumamente peligrosos para el futuro del país. Buscan equiparar dos proyectos absolutamente distantes, como lo es la Cuarta Transformación y el Comunismo, aunque, no hay bases objetivas, teóricas ni históricas para el planteamiento que hacen, realmente, lo único que pretenden es lanzar una consigna disfrazada de argumento. No cabe duda que todos los esfuerzos de estos personajes están encaminados a conseguir el poder a costa de lo que sea, pero en esta vorágine de cosas descuidan lo principal que es el bienestar del pueblo. En otro tenor, los partidos parásitos no cejan en su empeño de obtener votos para mantener sus prerrogativas, apoyados en los llamados partidos de mayorías.

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