Entre los especialistas y organizaciones empresariales hay preocupación por la ratificación de la firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) suscrito por México con Japón, Malasia, Brunei, Singapur, Australia, Vietnan, Canadá, Chile, Perú, y Nueva Zelanda, que abrirá más las fronteras a la inversión y mercancías de esos países, sin que la planta fabril de capital nacional se vea modernizada. Recuerdan cómo miles de medianas y pequeñas empresas quebraron con la firma del TLCAN, precisamente por no estar preparadas para la competencia ni siquiera en territorio nacional, y temen que lo mismo ocurrirá ahora.
El exembajador Héctor Vasconcelos consideró precipitada la ratificación de la firma de ese acuerdo por parte del Senado de la república, porque el gobierno actual ya termina y negoció los términos del pacto desde una posición débil por el escaso apoyo que tiene el presidente Enrique Peña Nieto. Trascendió que el acuerdo concede ventajas excesivas a empresas extranjeras petroleras y mineras, que violan derechos laborales, ambientales y de salud, además de tratados internacionales firmados por México.
Incluso el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, vio con receló ese Acuerdo y retiró a su país del mismo tan pronto como asumió la presidencia; sin embargo, de manera reciente anunció que analizaría si es conveniente para su nación participar en el TPP.